Génesis 34:1-31
34:1Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.
34:2 Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.
34:3 Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.
34:4 Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.
Dina (hija de Israel) fue a visitar a las mujeres de la tierra. Josefo (un antiguo escritor) dice que esto era común con el pueblo y que ella estaba asistiendo a un festival. Cuando el príncipe de la tierra vio a Dina, la tomó y la violó. Esto fue una cosa horrible para el príncipe de hacer, no sólo era una falta de respeto a Dina pero también la degrado, porque ahora ella no podía tener un matrimonio válido. Siquem (el príncipe) aún amaba a Dina y la quería por esposa. Le pidió a su padre para ayudarle con los preparativos.
Espero que a estas alturas sea evidente que la violación es 100% equivocada y pecaminoso. No hay justificación para cometerlo. Es totalmente un acto de egoísmo y esto es una ofensa a Dios y todo lo que Él es. Si se ha hecho en contra de ti es así como yo lo mencioné. Fue hecho en contra de ti no es tu culpa y no puedes culparte a ti mismo. No es un proceso fácil de salir del pecado de otra persona que te afecta directamente, pero Jesús está ahí. El ve todas nuestras lágrimas (Salmo 56:8), y entiende todo lo que estamos viviendo (Hebreos 4:15). Permita que el Espíritu Santo calmar tus heridas y que te moldee como Dios quiere que seas.
34:5 Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.
34:6 Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.
34:7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
La reacción de Israel parece un poco extraña. Cuando se enteró de esta acción se mantuvo en silencio hasta que sus hijos llegaron. Hay que tener en cuenta que Israel tenía varias esposas, ya que él lo hizo, la posición del vengador probablemente cayó sobre todos los hermanos de Dina. Cuando ellos llegaron y oyeron las noticias se entristecieron y se enojaron. La reacción de Israel se parece muy pasiva. Sólo puedo esperar que él estuviera tratando de actuar en paz en lugar de la furia.
34:8 Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.
34;9 Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.
34:10 Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.
34:11 Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis.
34:12 Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer.
34:13 Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana.
34:14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
34:15 Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.
34:16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.
34:17 Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.
Hamor (el padre de Siquem) se presentó ante Israel y les pidió la mano de Dina en matrimonio. Él quería una mezcla de los pueblos. Ofreció las hijas de su ciudad a los hombres en Israel, así también el comercio y la propiedad. Siquem, al parecer en amor, ofreció cualquier cosa por estar con Dina. Habló frente a Israel y sus hijos que estaba listo de dar cual quieran cosa como un regalo y como un pago.
Los hijos de Israel les respondieron con engaños. Usaron el pacto que Dios había hecho con Israel como una herramienta para engañar a todos. Ofrecieron la circuncisión como la única forma en que ellos estarían de acuerdo en dejar que su hermana se vaya. La circuncisión era no sólo ser de su hogar, sino de toda la ciudad para que pudieran "mezclarse". Ellos usaron algo de Dios y lo distorsionaron para traer el caos en otro pueblo.
34:18 Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a Siquem hijo de Hamor.
34:19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
34:20 Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo:
34:21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.
34:22 Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados.
34:23 Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.
34:24 Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.
Ellos regresaron a su ciudad y hablaron a los hombres en la puerta de la ciudad. Les dijeron a los hombres del acuerdo que habían llegado con los Israelitas. Hamor añade un poco de información hacia el final. Menciona que sus posesiones eventualmente serian de ellos. O estaban planeados tomar todas las posesiones de Israel lentamente por ahogamiento, o incluso por la fuerza. Las palabras parecieron hallar gracia en los ojos de los líderes de la ciudad. Todos dieron su consentimiento, y todos fueron circuncidados ese día.
34:25 Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
34:26 Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.
34:27 Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana.
34:28 Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,
34:29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.
34:30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.
34:31 Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?
El tercer día después de la circuncisión, como los hijos de Israel esperaban, todos los hombres estaban en dolor. Simeón y Leví (hijos # 2 y # 3 de Jacob), cada uno tomó una espada y fueron a la ciudad. Mientras estaban allí, mataron a todos los varones y se llevaron a su hermana de vuelta al campamento. ¡El resto de los hijos llegaron a la ciudad y lo saquearon! Se llevaron todas las pertenencias que había en la ciudad. Se llevaron todos los animales, toda la comida, toda la riqueza, todas las mujeres y todos los niños.
La reacción de Israel otra vez es un poco extraña. Él no condena las acciones de sus hijos, sino sólo las consecuencias. Él estaba preocupado de lo que las naciones vecinas pensarían de ellos y si lo iban a atacar. La respuesta de los hijos fue simple: “el no debería haber tratado a nuestra hermana como a una prostituta.” Para la venganza ellos cometieron muchos asesinatos, de todos los varones de una ciudad, una vez más pecados en contra de Dios. Los hijos deberían haber dejado el juicio a Dios y no tomarlo en sus propias manos. Dios es el Juez perfecto, Él sabe los corazones y las intenciones de todos. ¿Tú quizás necesitas dejar al lado tu venganza? Ahora es el tiempo, ¡deja que Dios sea Dios!
34:1Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.
34:2 Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.
34:3 Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.
34:4 Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.
Dina (hija de Israel) fue a visitar a las mujeres de la tierra. Josefo (un antiguo escritor) dice que esto era común con el pueblo y que ella estaba asistiendo a un festival. Cuando el príncipe de la tierra vio a Dina, la tomó y la violó. Esto fue una cosa horrible para el príncipe de hacer, no sólo era una falta de respeto a Dina pero también la degrado, porque ahora ella no podía tener un matrimonio válido. Siquem (el príncipe) aún amaba a Dina y la quería por esposa. Le pidió a su padre para ayudarle con los preparativos.
Espero que a estas alturas sea evidente que la violación es 100% equivocada y pecaminoso. No hay justificación para cometerlo. Es totalmente un acto de egoísmo y esto es una ofensa a Dios y todo lo que Él es. Si se ha hecho en contra de ti es así como yo lo mencioné. Fue hecho en contra de ti no es tu culpa y no puedes culparte a ti mismo. No es un proceso fácil de salir del pecado de otra persona que te afecta directamente, pero Jesús está ahí. El ve todas nuestras lágrimas (Salmo 56:8), y entiende todo lo que estamos viviendo (Hebreos 4:15). Permita que el Espíritu Santo calmar tus heridas y que te moldee como Dios quiere que seas.
34:5 Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.
34:6 Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.
34:7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
La reacción de Israel parece un poco extraña. Cuando se enteró de esta acción se mantuvo en silencio hasta que sus hijos llegaron. Hay que tener en cuenta que Israel tenía varias esposas, ya que él lo hizo, la posición del vengador probablemente cayó sobre todos los hermanos de Dina. Cuando ellos llegaron y oyeron las noticias se entristecieron y se enojaron. La reacción de Israel se parece muy pasiva. Sólo puedo esperar que él estuviera tratando de actuar en paz en lugar de la furia.
34:8 Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.
34;9 Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.
34:10 Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.
34:11 Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis.
34:12 Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer.
34:13 Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana.
34:14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
34:15 Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.
34:16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.
34:17 Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.
Hamor (el padre de Siquem) se presentó ante Israel y les pidió la mano de Dina en matrimonio. Él quería una mezcla de los pueblos. Ofreció las hijas de su ciudad a los hombres en Israel, así también el comercio y la propiedad. Siquem, al parecer en amor, ofreció cualquier cosa por estar con Dina. Habló frente a Israel y sus hijos que estaba listo de dar cual quieran cosa como un regalo y como un pago.
Los hijos de Israel les respondieron con engaños. Usaron el pacto que Dios había hecho con Israel como una herramienta para engañar a todos. Ofrecieron la circuncisión como la única forma en que ellos estarían de acuerdo en dejar que su hermana se vaya. La circuncisión era no sólo ser de su hogar, sino de toda la ciudad para que pudieran "mezclarse". Ellos usaron algo de Dios y lo distorsionaron para traer el caos en otro pueblo.
34:18 Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a Siquem hijo de Hamor.
34:19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
34:20 Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo:
34:21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.
34:22 Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados.
34:23 Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.
34:24 Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.
Ellos regresaron a su ciudad y hablaron a los hombres en la puerta de la ciudad. Les dijeron a los hombres del acuerdo que habían llegado con los Israelitas. Hamor añade un poco de información hacia el final. Menciona que sus posesiones eventualmente serian de ellos. O estaban planeados tomar todas las posesiones de Israel lentamente por ahogamiento, o incluso por la fuerza. Las palabras parecieron hallar gracia en los ojos de los líderes de la ciudad. Todos dieron su consentimiento, y todos fueron circuncidados ese día.
34:25 Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
34:26 Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.
34:27 Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana.
34:28 Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,
34:29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.
34:30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.
34:31 Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?
El tercer día después de la circuncisión, como los hijos de Israel esperaban, todos los hombres estaban en dolor. Simeón y Leví (hijos # 2 y # 3 de Jacob), cada uno tomó una espada y fueron a la ciudad. Mientras estaban allí, mataron a todos los varones y se llevaron a su hermana de vuelta al campamento. ¡El resto de los hijos llegaron a la ciudad y lo saquearon! Se llevaron todas las pertenencias que había en la ciudad. Se llevaron todos los animales, toda la comida, toda la riqueza, todas las mujeres y todos los niños.
La reacción de Israel otra vez es un poco extraña. Él no condena las acciones de sus hijos, sino sólo las consecuencias. Él estaba preocupado de lo que las naciones vecinas pensarían de ellos y si lo iban a atacar. La respuesta de los hijos fue simple: “el no debería haber tratado a nuestra hermana como a una prostituta.” Para la venganza ellos cometieron muchos asesinatos, de todos los varones de una ciudad, una vez más pecados en contra de Dios. Los hijos deberían haber dejado el juicio a Dios y no tomarlo en sus propias manos. Dios es el Juez perfecto, Él sabe los corazones y las intenciones de todos. ¿Tú quizás necesitas dejar al lado tu venganza? Ahora es el tiempo, ¡deja que Dios sea Dios!