Génesis 24:10-53
24:10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
24:11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.
24:12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
24:13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.
24:14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
24:15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
24:16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
24:17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
24:18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
24:19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
24:20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
24:21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
24:22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
24:23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?
24:24 Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.
24:25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
24:26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,
24:27 y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
El siervo de Abraham confió en el Señor. Llamo al Señor y le pidió por una señal. Él quería que la chica que iba a ser la esposa de Isaac le diera de beber del pozo cuando le preguntó, pero también que le daría el agua a sus camellos sin ser pedido. Esta no era una petición fácil porque la mujer tendría que dar de beber a 10 camellos (vs 10). Además del hecho de que había muchos de ellos, ¡los camellos son conocidos por beber mucha agua! Una mujer llamada Rebeca, que era virgen, muy hermosa y de la casa de Abraham llegó justo como Dios lo había planeado, ¡antes de que el siervo terminó de hablar! El siervo le pidió agua, y ella hizo ¡exactamente lo que él le había pedido a Dios!
Cuando Rebeca terminó de darle agua a los camellos del criado, él se acercó a ella y le dio sus joyas (anillos en la nariz y pulseras) y le preguntó si podía quedarse en la casa de su padre y quien era su padre. Abrió la casa de su padre al criado y le ofreció comida para los camellos. El criado estaba convencido de que ella era la elegida. Ella resultó ser hospitalario y generoso. Él inclinó su rostro a tierra, y alabó a Dios.
24:10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
24:11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.
24:12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
24:13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.
24:14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
24:15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
24:16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
24:17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
24:18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
24:19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
24:20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
24:21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
24:22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
24:23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?
24:24 Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.
24:25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
24:26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,
24:27 y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
El siervo de Abraham confió en el Señor. Llamo al Señor y le pidió por una señal. Él quería que la chica que iba a ser la esposa de Isaac le diera de beber del pozo cuando le preguntó, pero también que le daría el agua a sus camellos sin ser pedido. Esta no era una petición fácil porque la mujer tendría que dar de beber a 10 camellos (vs 10). Además del hecho de que había muchos de ellos, ¡los camellos son conocidos por beber mucha agua! Una mujer llamada Rebeca, que era virgen, muy hermosa y de la casa de Abraham llegó justo como Dios lo había planeado, ¡antes de que el siervo terminó de hablar! El siervo le pidió agua, y ella hizo ¡exactamente lo que él le había pedido a Dios!
Cuando Rebeca terminó de darle agua a los camellos del criado, él se acercó a ella y le dio sus joyas (anillos en la nariz y pulseras) y le preguntó si podía quedarse en la casa de su padre y quien era su padre. Abrió la casa de su padre al criado y le ofreció comida para los camellos. El criado estaba convencido de que ella era la elegida. Ella resultó ser hospitalario y generoso. Él inclinó su rostro a tierra, y alabó a Dios.
![Picture](/uploads/2/1/1/8/21185044/7755103.png)
Anillos en la nariz del Antiguo Egipto
24:28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
24:29 Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
24:30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.
24:31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
24:32 Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.
24:33 Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
24:34 Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.
24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
24:36 Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
24:37 Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
24:38 sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
24:39 Y yo dije: Quizá la mujer no querrá seguirme.
24:40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
24:41 Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
24:42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando,
24:43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,
24:44 y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.
24:45 Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber.
24:46 Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos.
24:47 Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;
24:48 y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
24:49 Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.
24:50 Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
24:52 Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová.
24:53 Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
El criado volvió a contar la historia a Labán (hermano de Rebeca) y a la madre de Rebeca. Parece que el padre de Rebeca ya no vivía. En los tiempos antiguos, el jefe de la familia hizo los arreglos matrimoniales. El jefe de la casa era normalmente el padre. Cuando el padre murió, el título cayó al hijo mayor de la familia. En este caso parece que Labán era el jefe de la familia. Así, hizo los arreglos para el matrimonio de Rebeca. El precio de la novia o la dote (artículos preciosas) fue dado a Labán y a la madre de Rebeca.
Es increíble cómo Dios llevó al siervo exactamente donde necesitaba estar. Dios es un Dios maravilloso. Mientras Él estaba orquestando el mundo y se mantiene en un equilibrio perfecto, Él todavía estaba involucrado en el matrimonio de uno de Sus hijos. Él no sólo es un Dios poderoso, pero también un Dios personal. Él sabe de ti, todo de ti. Nunca estamos solos.
Este principio se puede hablar a cada uno de nosotros. Los que están en busceda de un compañero, enfóquense en Dios. Él sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros. Los que están pasando por una prueba recuerden que Dios tiene un propósito, porque Él conoce tus debilidades y quiere perfeccionarte a ser un cristiano que se parece más a Jesús. La lista puede continuar, el principio básico es que Dios te ama lo suficiente para saber quién eres y lo suficiente como para estar involucrado en la estructura de tu vida. ¡Qué maravilloso amor de un Dios maravilloso!
Foto de Freeman, James M.; Chadwick, Harold J.: Maneras y costumbres de la Biblia . Rev. ed.]. North Brunswick, NJ: Puente-Logos Publishers, 1998, S. 35
24:28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
24:29 Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
24:30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.
24:31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
24:32 Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.
24:33 Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
24:34 Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.
24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
24:36 Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
24:37 Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
24:38 sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
24:39 Y yo dije: Quizá la mujer no querrá seguirme.
24:40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
24:41 Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
24:42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando,
24:43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,
24:44 y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.
24:45 Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber.
24:46 Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos.
24:47 Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;
24:48 y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
24:49 Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.
24:50 Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
24:52 Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová.
24:53 Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
El criado volvió a contar la historia a Labán (hermano de Rebeca) y a la madre de Rebeca. Parece que el padre de Rebeca ya no vivía. En los tiempos antiguos, el jefe de la familia hizo los arreglos matrimoniales. El jefe de la casa era normalmente el padre. Cuando el padre murió, el título cayó al hijo mayor de la familia. En este caso parece que Labán era el jefe de la familia. Así, hizo los arreglos para el matrimonio de Rebeca. El precio de la novia o la dote (artículos preciosas) fue dado a Labán y a la madre de Rebeca.
Es increíble cómo Dios llevó al siervo exactamente donde necesitaba estar. Dios es un Dios maravilloso. Mientras Él estaba orquestando el mundo y se mantiene en un equilibrio perfecto, Él todavía estaba involucrado en el matrimonio de uno de Sus hijos. Él no sólo es un Dios poderoso, pero también un Dios personal. Él sabe de ti, todo de ti. Nunca estamos solos.
Este principio se puede hablar a cada uno de nosotros. Los que están en busceda de un compañero, enfóquense en Dios. Él sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros. Los que están pasando por una prueba recuerden que Dios tiene un propósito, porque Él conoce tus debilidades y quiere perfeccionarte a ser un cristiano que se parece más a Jesús. La lista puede continuar, el principio básico es que Dios te ama lo suficiente para saber quién eres y lo suficiente como para estar involucrado en la estructura de tu vida. ¡Qué maravilloso amor de un Dios maravilloso!
Foto de Freeman, James M.; Chadwick, Harold J.: Maneras y costumbres de la Biblia . Rev. ed.]. North Brunswick, NJ: Puente-Logos Publishers, 1998, S. 35