Juan 6:52-71
La vez pasada hablamos de cuando la multitud de los judíos vinieron a Jesús por un boleto para comer. Ellos habían visto a Jesús alimentar a las multitudes con algo de pan y pescado y buscaban evitarse trabajar usando a Jesús. Jesús les dijo a ellos que Él era el Pan de vida que ellos necesitaban. Y que Su carne era este pan…
6:52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Los judíos (por supuesto) tomaron esto materialmente. Ellos empezaron a pensar terrenalmente ¿cómo Jesús daría su carne para que otros se la comieran? Ellos no entendieron cómo Jesús supliría este pan de vida para que todos lo comieran.
6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Jesús les reveló aún más abiertamente la verdad espiritual. El les dice que a menos que ellos comieran Su carne y bebieran Su sangre ellos no vivirían. ¡Ellos debieron haber pensado que Jesús era un caníbal! Él también les dio referencias que Él es Dios. El les menciona que Él resucitaría a todos aquellos que coman y beban de Él en el día final. Cuando tomamos parte de Jesús nos escondemos o moramos con Él. Él es la diferencia entre el pan que sus padres comieron (Israel en el desierto) y de Uno del que El esta hablándoles. El Pan que El les esta ofreciendo les dará vida eterna.
¿Quiso decir Jesús comer Su carne y beber Su sangre literalmente? ¡No! ¿Que significa esto para nosotros? Jesús se estaba refiriendo a algo que el crearía un año mas tarde llamada la Cena del Señor. La base para esto es un símbolo para recordar lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. El nos salvó a través de su muerte. El pagó nuestra deuda de pecado al Padre Santo. Él nos dio Su vida de tal modo que nosotros podamos estar para siempre con Él en el cielo.
Cuando a propósito nos acercamos más a Jesús (a través del recordatorio de Sus acciones por nosotros) nosotros estamos más cerca de El. La Palabra dice que moramos en Él. Nuestra relación con Cristo viene a ser más fuerte. Nuestra seguridad en Su gracia salvadora y Su admirable majestad llega a ser más sólida.
6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
6:61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
6:62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
6:64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Jesús dijo estas cosas en una sinagoga. La cosa curiosa es que muchos de sus discípulos encontraron este dicho duro. ¡Muchos de aquellos que habían estado siguiéndolo antes de que la multitud viniera por comida, empezaron a irse a causa de las palabras de Jesús!
Jesús conocía lo que estos seguidores estaban pensando y por qué se estaban quejando. Por lo tanto, Él les habló diciendo si sería suficiente que Él ascendiera al cielo de donde Él vino. (Como veremos más tarde Él hizo esto en presencia de muchos). Él intenta abrir los ojos de ellos para que ellos sepan que Él estaba hablando en el nivel espiritual y no en el físico, diciendo que es el Espíritu el que da vida, y que sus palabras son espíritu y vida. La carne no es nada. Solo Cristo satisfará nuestros anhelos y deseos.
Jesús conoció de antemano quien creería en El y quien lo traicionaría y abandonaría (recuerde que Jesús era / es Dios). El nos asegura muy claramente que: ninguno viene a El a menos que el Padre haya escogido a esa persona. Esto es parte de la Soberanía de Dios. El escoge a quien vendrá a Sus pies a través de la libre voluntad que El nos ha dado. Es una tensión entre dos realidades. Desde que Dios es todo-conocedor, Él conoce a quien escogerá, y a nosotros se nos ha dado el don de escoger por nosotros mismos donde pasaremos nuestra eternidad.
6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
6:67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
6:69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
6:70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
6:71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
A causa de estas palabras muchos de Sus seguidores lo dejaron. Aparentemente sus deseos (posiblemente hacer de Él su nuevo gobernador, tenerle para tomar Roma por ellos) no iban a ser cumplidos.
Cuando ellos le dejaron, Jesús se volvió a los doce, y les pregunto si ellos quisieran irse también. Pedro le respondió en un modo maravilloso. ¿A dónde iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna; tú eres el Santo de Dios. Es curioso que Él usa ese nombre para Jesús como lo vimos previamente de un demonio en Marcos 1:24. Esto muestra su santidad perfecta (perfección moral) y que Él era del cielo y del Padre. Otro hecho curioso es que Jesús menciona que Él ha escogido a los doce que lo siguen, pero esta elección no es mencionada en el evangelio de Juan. Puede seguramente asumirse que Juan fue escrito después al menos de uno de los evangelios que tiene esta lista, como Juan parece asumir que el lector no conoce acerca de esta lista.
Nosotros no sabemos si los discípulos entendían cada cosa que Jesús les enseñó pero aparentemente ellos entendieron lo suficiente, para creer la verdad. ¿Eres tu mucho callendole atrás a de este evangelio? ¿Estás creyendo aun cuando está una “aparente contradicción” o un dicho difícil de entender? ¿O te vas lejos semejante al viento? ¡Espero que creas la verdad de Dios! Pero aun con su proclamación de la verdad, Él sabía que hay uno que lo va a traicionar como ningún otro, Judas Iscariote.
La vez pasada hablamos de cuando la multitud de los judíos vinieron a Jesús por un boleto para comer. Ellos habían visto a Jesús alimentar a las multitudes con algo de pan y pescado y buscaban evitarse trabajar usando a Jesús. Jesús les dijo a ellos que Él era el Pan de vida que ellos necesitaban. Y que Su carne era este pan…
6:52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Los judíos (por supuesto) tomaron esto materialmente. Ellos empezaron a pensar terrenalmente ¿cómo Jesús daría su carne para que otros se la comieran? Ellos no entendieron cómo Jesús supliría este pan de vida para que todos lo comieran.
6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Jesús les reveló aún más abiertamente la verdad espiritual. El les dice que a menos que ellos comieran Su carne y bebieran Su sangre ellos no vivirían. ¡Ellos debieron haber pensado que Jesús era un caníbal! Él también les dio referencias que Él es Dios. El les menciona que Él resucitaría a todos aquellos que coman y beban de Él en el día final. Cuando tomamos parte de Jesús nos escondemos o moramos con Él. Él es la diferencia entre el pan que sus padres comieron (Israel en el desierto) y de Uno del que El esta hablándoles. El Pan que El les esta ofreciendo les dará vida eterna.
¿Quiso decir Jesús comer Su carne y beber Su sangre literalmente? ¡No! ¿Que significa esto para nosotros? Jesús se estaba refiriendo a algo que el crearía un año mas tarde llamada la Cena del Señor. La base para esto es un símbolo para recordar lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. El nos salvó a través de su muerte. El pagó nuestra deuda de pecado al Padre Santo. Él nos dio Su vida de tal modo que nosotros podamos estar para siempre con Él en el cielo.
Cuando a propósito nos acercamos más a Jesús (a través del recordatorio de Sus acciones por nosotros) nosotros estamos más cerca de El. La Palabra dice que moramos en Él. Nuestra relación con Cristo viene a ser más fuerte. Nuestra seguridad en Su gracia salvadora y Su admirable majestad llega a ser más sólida.
6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
6:61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
6:62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
6:64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Jesús dijo estas cosas en una sinagoga. La cosa curiosa es que muchos de sus discípulos encontraron este dicho duro. ¡Muchos de aquellos que habían estado siguiéndolo antes de que la multitud viniera por comida, empezaron a irse a causa de las palabras de Jesús!
Jesús conocía lo que estos seguidores estaban pensando y por qué se estaban quejando. Por lo tanto, Él les habló diciendo si sería suficiente que Él ascendiera al cielo de donde Él vino. (Como veremos más tarde Él hizo esto en presencia de muchos). Él intenta abrir los ojos de ellos para que ellos sepan que Él estaba hablando en el nivel espiritual y no en el físico, diciendo que es el Espíritu el que da vida, y que sus palabras son espíritu y vida. La carne no es nada. Solo Cristo satisfará nuestros anhelos y deseos.
Jesús conoció de antemano quien creería en El y quien lo traicionaría y abandonaría (recuerde que Jesús era / es Dios). El nos asegura muy claramente que: ninguno viene a El a menos que el Padre haya escogido a esa persona. Esto es parte de la Soberanía de Dios. El escoge a quien vendrá a Sus pies a través de la libre voluntad que El nos ha dado. Es una tensión entre dos realidades. Desde que Dios es todo-conocedor, Él conoce a quien escogerá, y a nosotros se nos ha dado el don de escoger por nosotros mismos donde pasaremos nuestra eternidad.
6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
6:67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
6:69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
6:70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
6:71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
A causa de estas palabras muchos de Sus seguidores lo dejaron. Aparentemente sus deseos (posiblemente hacer de Él su nuevo gobernador, tenerle para tomar Roma por ellos) no iban a ser cumplidos.
Cuando ellos le dejaron, Jesús se volvió a los doce, y les pregunto si ellos quisieran irse también. Pedro le respondió en un modo maravilloso. ¿A dónde iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna; tú eres el Santo de Dios. Es curioso que Él usa ese nombre para Jesús como lo vimos previamente de un demonio en Marcos 1:24. Esto muestra su santidad perfecta (perfección moral) y que Él era del cielo y del Padre. Otro hecho curioso es que Jesús menciona que Él ha escogido a los doce que lo siguen, pero esta elección no es mencionada en el evangelio de Juan. Puede seguramente asumirse que Juan fue escrito después al menos de uno de los evangelios que tiene esta lista, como Juan parece asumir que el lector no conoce acerca de esta lista.
Nosotros no sabemos si los discípulos entendían cada cosa que Jesús les enseñó pero aparentemente ellos entendieron lo suficiente, para creer la verdad. ¿Eres tu mucho callendole atrás a de este evangelio? ¿Estás creyendo aun cuando está una “aparente contradicción” o un dicho difícil de entender? ¿O te vas lejos semejante al viento? ¡Espero que creas la verdad de Dios! Pero aun con su proclamación de la verdad, Él sabía que hay uno que lo va a traicionar como ningún otro, Judas Iscariote.