Juan 6:22-51
6:22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.
6:23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
El siguiente día de la alimentación de los 5000 podemos ver a la multitud buscando a Jesús. Ellos vinieron tan lejos como Capernaúm buscando a Jesús. Jesús, conociendo los corazones de los hombres, les dijo a ellos que no lo estaban buscando porque vieron las señales y ahora creyeran en Él, sino más bien ellos vieron la señal y buscaban un ticket de comida. Ellos ignoraban las implicaciones mesiánicas y ¡buscaban dejar de trabajar! Jesús les restregó esto es su cara.
Esta acción refleja a muchos que están en la iglesia: ellos están buscando encontrar lo que la iglesia les puede proveer para su beneficio, no como ellos pueden servir en la iglesia. Esta es la triste realidad, como ellos están buscando la cosa incorrecta; Jesús es un premio para los cristianos, el premio no es el lado de los beneficios que viene por conocerlo a Él. Deberíamos invertir nuestros esfuerzos en lo eterno y no sobre lo temporal.
6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
La gente siendo tan ignorante presiona a Jesús como siempre para que les haga señales; una vez más ellos están tratando de obtener un boleto de comida gratis. Si Jesús pudiera enseñarles, ¡entonces ellos las harían por si mismos! Jesús les responde que las señales no son para ser repetidas por meras manos humanas. Esta fue una señal para que todos al verla pudieran ver que Él era enviado de Dios.
La gente presionó aún más y dijeron que Moisés hizo señales del maná. (el pan que por la mañana alimentó al pueblo de Israel por cuarenta años – Éxodo 16; Números 11:7). Jesús les mostró su ignorancia y les corrigió sus teorías, diciendo que Moisés no bajó el maná del cielo sino el Dios Altísimo. El maná sólo podía durar un día y entonces morir, no podía sostener nada más. Jesús sostiene y preserva para toda la eternidad; ¡Qué diferencia! Dios es el Único que dio a Israel el maná, y estaba dando el verdadero pan del cielo para dar vida eternal.
La gente presionaba una vez más para recibir este “pan “del que Jesús habla. Ellos no saben lo que ellos están pidiendo; ellos solo quieren llenar sus estómagos y nada más. Veremos enseguida.
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Jesús era el Pan de vida que da la vida eterna. Él estaba diciendo que Él era el pan que provee la vida. En las culturas occidentales el pan es una comida opcional, pero en aquellos tiempos y en aquellos lugares el pan era parte esencial de su dieta diaria. Él es el Único que vino para que todo aquel que a Él vaya no tenga hambre o sed espiritual jamás. Él ofrece una abierta invitación a todo el que pueda recibirlo, y explica que todo lo que el Padre le da a Él sería suyo. El ha bajado del Cielo (aquí El estaba afirmando ser Dios, o al menos ser eterno) para hacer la voluntad del Padre.
¿Cuál es la voluntad del Padre? Jesús nos dice a nosotros en el pasaje que todo el que creyera en Él no se perdería, sino que tendrá vida eterna. ¡Finalmente Jesús afirma poseer el poder de dar vida eterna! Él dijo que resucitaría a los que creen en él en el día final. Esto les da a los creyentes la seguridad de su salvación. Viviremos por siempre resucitados por las manos de Jesús en el día de la resurrección.
6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
6:43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
6:48 Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
La gente que oyó estas palabras dijo: “Espera un segundo, ¿no es este pequeño Jesús, hijo de José y María? ¿Cómo puede decir él que viene del cielo? ¡Nosotros lo vimos crecer!” Por supuesto que ellos no entendieron el verdadero origen de Jesús.
Jesús sabía que ellos se estaban quejando espiritualmente y les hablo. Les explico que solo aquellos que son traídos por el Padre vendrían a creer Quien era El. Es muy interesante que ante el rostro de la multitud lleno de confusión Jesús no cambio Su mensaje. (¡Puede ser porque esto era la verdad!) El les trae el pasaje del Antiguo Testamento que les dice a ellos de Su enseñanza de Dios al pueblo (posiblemente Isaías 54:13). El les trae un ejemplo de Moisés volviendo al ejemplo previo dado a la multitud y expandiéndolo más adelante. El Padre les trajo el maná pero todas esas personas murieron. Aquellos con quienes empezó la promesa con muerte en el desierto bajo una maldición, por ser desobedientes. Ellos comieron físicamente pero no comieron espiritualmente lo que era vastamente más importante.
Jesús es el pan viviente. Él es nuestro único camino para ir al cielo. Es a través de Él y a través de Su sacrificio (su carne en el versículo 51) que nosotros somos salvados. La Salvación es a través de la vida y muerte de Jesús. ¿Has llegado al lugar donde Él es tu único camino al cielo? No hay obras + Jesús. Eso solo es igual a condenación. Es SOLO a través de Jesús. Él es el único camino al cielo. ¿Qué debemos hacer? Admitir que para Dios tú eres un pecador y cree solamente en Jesús para tu salvación. Confiesa (admite) tus pecados anteriores y pide a Dios que te perdone. Finalmente arrepiéntete o como yo quiero llamarle a esto entrega tu voluntad. ¿Qué significa esto? ¡Sigue a Jesús y vive! No vivas como el mundo sino vive tratando de vivir como tu ejemplo perfecto, Jesús mismo.
6:22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.
6:23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
El siguiente día de la alimentación de los 5000 podemos ver a la multitud buscando a Jesús. Ellos vinieron tan lejos como Capernaúm buscando a Jesús. Jesús, conociendo los corazones de los hombres, les dijo a ellos que no lo estaban buscando porque vieron las señales y ahora creyeran en Él, sino más bien ellos vieron la señal y buscaban un ticket de comida. Ellos ignoraban las implicaciones mesiánicas y ¡buscaban dejar de trabajar! Jesús les restregó esto es su cara.
Esta acción refleja a muchos que están en la iglesia: ellos están buscando encontrar lo que la iglesia les puede proveer para su beneficio, no como ellos pueden servir en la iglesia. Esta es la triste realidad, como ellos están buscando la cosa incorrecta; Jesús es un premio para los cristianos, el premio no es el lado de los beneficios que viene por conocerlo a Él. Deberíamos invertir nuestros esfuerzos en lo eterno y no sobre lo temporal.
6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
La gente siendo tan ignorante presiona a Jesús como siempre para que les haga señales; una vez más ellos están tratando de obtener un boleto de comida gratis. Si Jesús pudiera enseñarles, ¡entonces ellos las harían por si mismos! Jesús les responde que las señales no son para ser repetidas por meras manos humanas. Esta fue una señal para que todos al verla pudieran ver que Él era enviado de Dios.
La gente presionó aún más y dijeron que Moisés hizo señales del maná. (el pan que por la mañana alimentó al pueblo de Israel por cuarenta años – Éxodo 16; Números 11:7). Jesús les mostró su ignorancia y les corrigió sus teorías, diciendo que Moisés no bajó el maná del cielo sino el Dios Altísimo. El maná sólo podía durar un día y entonces morir, no podía sostener nada más. Jesús sostiene y preserva para toda la eternidad; ¡Qué diferencia! Dios es el Único que dio a Israel el maná, y estaba dando el verdadero pan del cielo para dar vida eternal.
La gente presionaba una vez más para recibir este “pan “del que Jesús habla. Ellos no saben lo que ellos están pidiendo; ellos solo quieren llenar sus estómagos y nada más. Veremos enseguida.
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Jesús era el Pan de vida que da la vida eterna. Él estaba diciendo que Él era el pan que provee la vida. En las culturas occidentales el pan es una comida opcional, pero en aquellos tiempos y en aquellos lugares el pan era parte esencial de su dieta diaria. Él es el Único que vino para que todo aquel que a Él vaya no tenga hambre o sed espiritual jamás. Él ofrece una abierta invitación a todo el que pueda recibirlo, y explica que todo lo que el Padre le da a Él sería suyo. El ha bajado del Cielo (aquí El estaba afirmando ser Dios, o al menos ser eterno) para hacer la voluntad del Padre.
¿Cuál es la voluntad del Padre? Jesús nos dice a nosotros en el pasaje que todo el que creyera en Él no se perdería, sino que tendrá vida eterna. ¡Finalmente Jesús afirma poseer el poder de dar vida eterna! Él dijo que resucitaría a los que creen en él en el día final. Esto les da a los creyentes la seguridad de su salvación. Viviremos por siempre resucitados por las manos de Jesús en el día de la resurrección.
6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
6:43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
6:48 Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
La gente que oyó estas palabras dijo: “Espera un segundo, ¿no es este pequeño Jesús, hijo de José y María? ¿Cómo puede decir él que viene del cielo? ¡Nosotros lo vimos crecer!” Por supuesto que ellos no entendieron el verdadero origen de Jesús.
Jesús sabía que ellos se estaban quejando espiritualmente y les hablo. Les explico que solo aquellos que son traídos por el Padre vendrían a creer Quien era El. Es muy interesante que ante el rostro de la multitud lleno de confusión Jesús no cambio Su mensaje. (¡Puede ser porque esto era la verdad!) El les trae el pasaje del Antiguo Testamento que les dice a ellos de Su enseñanza de Dios al pueblo (posiblemente Isaías 54:13). El les trae un ejemplo de Moisés volviendo al ejemplo previo dado a la multitud y expandiéndolo más adelante. El Padre les trajo el maná pero todas esas personas murieron. Aquellos con quienes empezó la promesa con muerte en el desierto bajo una maldición, por ser desobedientes. Ellos comieron físicamente pero no comieron espiritualmente lo que era vastamente más importante.
Jesús es el pan viviente. Él es nuestro único camino para ir al cielo. Es a través de Él y a través de Su sacrificio (su carne en el versículo 51) que nosotros somos salvados. La Salvación es a través de la vida y muerte de Jesús. ¿Has llegado al lugar donde Él es tu único camino al cielo? No hay obras + Jesús. Eso solo es igual a condenación. Es SOLO a través de Jesús. Él es el único camino al cielo. ¿Qué debemos hacer? Admitir que para Dios tú eres un pecador y cree solamente en Jesús para tu salvación. Confiesa (admite) tus pecados anteriores y pide a Dios que te perdone. Finalmente arrepiéntete o como yo quiero llamarle a esto entrega tu voluntad. ¿Qué significa esto? ¡Sigue a Jesús y vive! No vivas como el mundo sino vive tratando de vivir como tu ejemplo perfecto, Jesús mismo.