Juan 2:1-25
2:1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2:2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
Jesús y sus discípulos viajaron a Caná. Allí ellos fueron invitados a una boda, junto con María la madre de Jesús. Hubo un punto en la boda cuando el vino escaseaba. Cuando esto sucedió, María informó a Jesús. Las bodas orientales típicas duraban siete días. El abastecimiento de vino era una muestra de honor en la familia. María había visto crecer a su hijo y había visto la sabiduría que estaba en Él, así que ella vino a Él.
Hecho interesante: Cana estaba localizada en la tierra de la tribu de Aser. Génesis 49:20 nos dice que esta tribu “dará manjares de rey.” “Manjares” es una palabra que significa placer al probar. Esto podría muy bien haber sido otro cumplimiento de esa profecía. También encontré curioso que el primer milagro de Jesús fue en una boda; me parece que Él estaba validando un matrimonio entre un hombre y una mujer. Este fue el primer pacto de Dios, entre Dios, un esposo y una esposa.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
Jesús le dijo a Su madre de una manera cálida (llamar a su madre “mujer” era una forma común, amable y cálida expresión en ese tiempo) que esto no tiene que ver nada con Él. Su hora no ha venido. Él le recuerda a ella que no tiene ya más autoridad sobre Él. (Yo me pregunto qué hace la Iglesia Católica con este pasaje).
Aunque María no entendió, ella dice a los siervos que ellos escuchen cualquier orden que Jesús les dé.
2:6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
2:7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
2:8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Había seis jarrones/ vasijas que probablemente guardaban alrededor de 20 o 30 galones cada uno en esta boda. Estos fueron usados para la purificación y limpieza antes y después de las comidas. Jesús ordenó que los siervos hicieran rebozar los embases con agua. Ellos entonces le dieron de beber de estas jarras al jefe de los sirvientes para que lo probara. El contraste entre el antiguo método y el nuevo método es mostrado muy claramente aquí. El modo antiguo (La Ley) fue agua sin sabor de tradición y el nuevo es el vino más sabroso que hay allí.
2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
2:10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
El jefe de los criados probó este vino y cayó en shock. Era acostumbrado para las bodas servir el mejor vino en el principio de la ceremonia de la boda. El vino que los sirvientes trajeron probó ser mejor que cualquier vino que haya sido traído antes. Dios hizo lo mismo por nosotros; Él salvó lo mejor (Su Hijo) para nuestra experiencia.
2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Juan habla de este milagro como siendo una demostración de su la gloria de Jesús. Moisés cambió el agua en sangre como la primera plaga a Faraón; aquí Jesús convierte el agua en vino como el primer milagro. Este es un dulce contraste con la Ley; uno que es lleno con gozo. Esto también muestra el poder del Creador en Jesús. Jesús cambió la composición de muchas vasijas con agua a un vino de mejor sabor. Él no solo mostró Su habilidad como para crear y cambiar la materia sino supo que cualquier persona que lo pruebe quedará excitada; el conoció a todos ellos personalmente. Los discípulos vieron este milagro y pusieron su fe en él.
2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
2:13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
2:15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
2:16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Jesús y Sus discípulos viajaron a Capernaúm y estuvieron allí un par de días. De allí Jesús vino a Jerusalén para el tiempo de la Pascua. La Pascua era el tiempo de recordar cuando los Israelitas eran esclavos en Egipto y cómo Dios los liberó de la esclavitud. ¡Qué tiempo tan interesante para Cristo hacer una aparición pública! Dios estaba liberándonos de la esclavitud del pecado, con la vida, muerte y resurrección de Jesucristo.
La venta de animales y sacrificios se hacía probablemente en la Corte de los asunto de comerciantes hambrientos de dinero. Esto podría corromper la adoración y el significado completo detrás de todo lo relacionado con las fiestas, adorar a Dios. Jesús encontró en el templo a gente vendiendo ofrendas. Él hizo un látigo con unas cuerdas y los sacó del templo. Él le dijo allí a cada uno que dejaran de hacer la casa de su Padre un lugar de negocios. Esto nos muestra el cumplimiento de la profecía en Malaquías 3:1-3 la cual dice que ese Uno vendría y rápidamente limpiaría el Templo.
Esto también nos muestra el amor que Jesús tuvo por su Padre y por la casa de su Padre. Este se suponía que era un lugar de adoración y la gente lo había convertido en una burla, solo un lugar para sacar ganancia.
2:1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2:2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
Jesús y sus discípulos viajaron a Caná. Allí ellos fueron invitados a una boda, junto con María la madre de Jesús. Hubo un punto en la boda cuando el vino escaseaba. Cuando esto sucedió, María informó a Jesús. Las bodas orientales típicas duraban siete días. El abastecimiento de vino era una muestra de honor en la familia. María había visto crecer a su hijo y había visto la sabiduría que estaba en Él, así que ella vino a Él.
Hecho interesante: Cana estaba localizada en la tierra de la tribu de Aser. Génesis 49:20 nos dice que esta tribu “dará manjares de rey.” “Manjares” es una palabra que significa placer al probar. Esto podría muy bien haber sido otro cumplimiento de esa profecía. También encontré curioso que el primer milagro de Jesús fue en una boda; me parece que Él estaba validando un matrimonio entre un hombre y una mujer. Este fue el primer pacto de Dios, entre Dios, un esposo y una esposa.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
Jesús le dijo a Su madre de una manera cálida (llamar a su madre “mujer” era una forma común, amable y cálida expresión en ese tiempo) que esto no tiene que ver nada con Él. Su hora no ha venido. Él le recuerda a ella que no tiene ya más autoridad sobre Él. (Yo me pregunto qué hace la Iglesia Católica con este pasaje).
Aunque María no entendió, ella dice a los siervos que ellos escuchen cualquier orden que Jesús les dé.
2:6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
2:7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
2:8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Había seis jarrones/ vasijas que probablemente guardaban alrededor de 20 o 30 galones cada uno en esta boda. Estos fueron usados para la purificación y limpieza antes y después de las comidas. Jesús ordenó que los siervos hicieran rebozar los embases con agua. Ellos entonces le dieron de beber de estas jarras al jefe de los sirvientes para que lo probara. El contraste entre el antiguo método y el nuevo método es mostrado muy claramente aquí. El modo antiguo (La Ley) fue agua sin sabor de tradición y el nuevo es el vino más sabroso que hay allí.
2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
2:10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
El jefe de los criados probó este vino y cayó en shock. Era acostumbrado para las bodas servir el mejor vino en el principio de la ceremonia de la boda. El vino que los sirvientes trajeron probó ser mejor que cualquier vino que haya sido traído antes. Dios hizo lo mismo por nosotros; Él salvó lo mejor (Su Hijo) para nuestra experiencia.
2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Juan habla de este milagro como siendo una demostración de su la gloria de Jesús. Moisés cambió el agua en sangre como la primera plaga a Faraón; aquí Jesús convierte el agua en vino como el primer milagro. Este es un dulce contraste con la Ley; uno que es lleno con gozo. Esto también muestra el poder del Creador en Jesús. Jesús cambió la composición de muchas vasijas con agua a un vino de mejor sabor. Él no solo mostró Su habilidad como para crear y cambiar la materia sino supo que cualquier persona que lo pruebe quedará excitada; el conoció a todos ellos personalmente. Los discípulos vieron este milagro y pusieron su fe en él.
2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
2:13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
2:15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
2:16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Jesús y Sus discípulos viajaron a Capernaúm y estuvieron allí un par de días. De allí Jesús vino a Jerusalén para el tiempo de la Pascua. La Pascua era el tiempo de recordar cuando los Israelitas eran esclavos en Egipto y cómo Dios los liberó de la esclavitud. ¡Qué tiempo tan interesante para Cristo hacer una aparición pública! Dios estaba liberándonos de la esclavitud del pecado, con la vida, muerte y resurrección de Jesucristo.
La venta de animales y sacrificios se hacía probablemente en la Corte de los asunto de comerciantes hambrientos de dinero. Esto podría corromper la adoración y el significado completo detrás de todo lo relacionado con las fiestas, adorar a Dios. Jesús encontró en el templo a gente vendiendo ofrendas. Él hizo un látigo con unas cuerdas y los sacó del templo. Él le dijo allí a cada uno que dejaran de hacer la casa de su Padre un lugar de negocios. Esto nos muestra el cumplimiento de la profecía en Malaquías 3:1-3 la cual dice que ese Uno vendría y rápidamente limpiaría el Templo.
Esto también nos muestra el amor que Jesús tuvo por su Padre y por la casa de su Padre. Este se suponía que era un lugar de adoración y la gente lo había convertido en una burla, solo un lugar para sacar ganancia.
2:17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Los discípulos vieron esto y recordaron las Escrituras (Salmo 69:9) que dice el justo tundra un celo o pasión por la casa de Dios.
2:18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
2:20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
Los judíos demandaron una razón o una autoridad por la cual Jesús estaba actuando y empezando este alboroto. Jesús respondió sus preguntas con un mandamiento que los judíos no entendieron. Jesús le ordenó que destruyeran este templo y que Él lo levantaría en tres días. Sabemos que él quería decir Su cuerpo. ¡Jesús les dijo que él moriría y sería resucitado en el tercer día. Jesús supo que el vino a la tierra a salvar a los pecadores!
Los Judíos, siendo muy orientados físicamente en sus pensamientos, respondieron acerca del tiempo de la construcción del templo físico (46 años). Ninguno supo lo que él quería decir en ese tiempo, PERO los discípulos recordaron este encuentro y entendieron después que Él se levantó de la muerte.
2:23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
2:24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
2:25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
Mientras que en Jerusalén Jesús hizo más señales (probablemente sanidades), y muchos creyeron. Jesús no se comprometió con ninguna persona porque Él sabía que la gente lo estaba siguiendo por todas las razones equivocadas, una posible liberación de Roma, un boleto para una comida o el pensamiento de vivir mucho tiempo con la sanidad de Jesús. Todas ellas razones muy malas para seguir a Jesús. ¿Por qué sigues tú a Jesús?
[1]Walvoord, Juan F. ; Zuck, Roy B. ; SEminario Teologico de Dallas: Tel Comentario Bíblico Conocimiento: Una Exposición de las Escrituras. Wheaton, IL : Victor Books, 1983-c1985, S. 2:277-279