Juan 1:35-51
1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
El siguiente día del último pasaje, podemos ver a Juan el Bautista dirigiendo a sus seguidores hacia Jesús. Él no deseaba que nadie lo considere falsamente un grande. Juan da a conocer a todos a Jesús como el Cordero de Dios. ¿Recuerda qué era el cordero de Dios? Este es un simbolismo de que Dios tomo todos los pecados del mundo sobre sí mismo y pago nuestra deuda con Dios.
1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
En la siguiente sección podemos tener una cuenta de cómo seis de los doce discípulos vinieron para seguir a Jesús. Los dos primeros dos fueron seguidores de Juan el Bautista. Cuando ellos oyeron la proclamación de Juan, ellos se hicieron seguidores de Jesús, de ambas maneras literalmente y por aliarse con Él. Estos dos fueron Juan y Andrés como vemos en los otros Evangelios.
Jesús se volvió, y como ellos los siguieron, les preguntó que estaban buscando. Es curioso que ellos no le respondieron a Él Su pregunta, sino que le preguntaron a Él otras preguntas acerca de dónde Él ha estado. Podemos ver que ellos buscaban seguirlo. Jesús vio esto también y les dijo que lo siguieran.
1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
El siguiente día del último pasaje, podemos ver a Juan el Bautista dirigiendo a sus seguidores hacia Jesús. Él no deseaba que nadie lo considere falsamente un grande. Juan da a conocer a todos a Jesús como el Cordero de Dios. ¿Recuerda qué era el cordero de Dios? Este es un simbolismo de que Dios tomo todos los pecados del mundo sobre sí mismo y pago nuestra deuda con Dios.
1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
En la siguiente sección podemos tener una cuenta de cómo seis de los doce discípulos vinieron para seguir a Jesús. Los dos primeros dos fueron seguidores de Juan el Bautista. Cuando ellos oyeron la proclamación de Juan, ellos se hicieron seguidores de Jesús, de ambas maneras literalmente y por aliarse con Él. Estos dos fueron Juan y Andrés como vemos en los otros Evangelios.
Jesús se volvió, y como ellos los siguieron, les preguntó que estaban buscando. Es curioso que ellos no le respondieron a Él Su pregunta, sino que le preguntaron a Él otras preguntas acerca de dónde Él ha estado. Podemos ver que ellos buscaban seguirlo. Jesús vio esto también y les dijo que lo siguieran.
¿Qué estamos buscando en Cristo? Estamos buscando al maestro que nos enseñe cosas? ¿Estamos buscando un líder que nos guíe? ¿Un genio que cumpla (nuestras peticiones)? ¿O un Salvador que nos rescate de nosotros mismos y del poder del pecado?
1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
Andrés el evangelista constante, corrió hacia su hermano Simón y le dijo que habían encontrado finalmente al Mesías (la palabra para “el Ungido” en Hebreo). La Unción fue en el Antiguo Testamento una costumbre para mostrar a la congregación que Dios aprobaba a un Rey en Israel.
Andrés entonces trajo su hermano a Jesús. Cuando Jesús llego, cambió el nombre de Simón a Cefas o Pedro que significa roca. Él fue un hombre muy duro. Pero con el tiempo vemos como se suaviza y se convierte en un líder fuerte en la Iglesia. También como veremos en otra parte del evangelio, Juan trajo a su hermano Santiago.
1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. 1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
Jesús dejó Judea para ir a la ciudad de Betsaida en la provincial de Galilea (esta es de donde Pedro y Andrés fueron originarios). Allí llamo Jesús a Felipe Felipe a seguirlo.
Cuando Felipe decidió seguir a Jesús, él vino buscando a su amigo Natanael. Cuando encontró a Natanael, le dijo, ¡hemos encontrado el cumplimiento de los Profetas! Un hombre llamado Jesús de Nazaret! (El Hijo de José es algo que Felipe asume porque él no sabía que Jesús había nacido de una virgen. José fue el padre de Jesús por identificación pero no Su padre por nacimiento.)
1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
Natanael se topó con la ubicación de Jesús. Él sabía que Nazaret era un lugar bajo, de tal modo que él preguntó “¿puede algo bueno venir de allí?” Felipe sólo dirigió tiernamente su amigo a Jesús.
1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Jesús vio a Natanael viniendo y lo llamó a venir, lo llamo un Israelita en quien no hay engaño. Esta puede fácilmente ser una referencia cruzada con la historia de Jacob. Su mismo nombre significa engañador. (Génesis 28:12-22) Entraremos a esto muy pronto
1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Natanael estaba asombrado y le preguntó al Mesías cómo Él lo conoció a él. Jesús le respondió con mostrarle a Natanael que Él conoció que era Natanael ante que Felipe lo llamara. Jesús supo que Natanael estaba bajo la higuera. Natanael replicó diciendo que Jesús verdaderamente era el Hijo de Dios, el Rey de Israel. Estoy suponiendo que Natanael no entendía todavía, que Jesús verdaderamente era Dios, pero él sabía que Él era el escogido de Dios.
1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
Jesús replicó que Natanael podría mirar cosas más grandes. Natanael miraría los cielos abiertos y los ángeles subiendo y bajando. Esto de nuevo es una referencia a Jacob. Jacob tuvo un sueño de ángeles subiendo y bajando por una escalera descendiendo que desde el cielo tocaba la tierra.
El Hijo del hombre fue un término favorito de Jesús para referirse a sí mismo. Muchos toman esto para inferir que Él se declaró a si mismo solo como humano, pero este no es el caso. Mientras Jesús era 100% humano, Él era también 100% Dios como miraremos a través de los Evangelios. La cosa curiosa aquí acerca que de este nombre es que se encuentra en Daniel 7:13-14. En este pasaje al Hijo de hombre le es dado el dominio sobre toda la tierra. Éste es Jesús.
Qué maravilloso es recibir buenas nuevas. ¿Las has compartido? Vemos al menos dos ejemplos de los discípulos esparciendo la emoción de Jesús a otros. ¿Te preocupan los demás lo suficiente como para salvarlos de la ira venidera? ¿Estás verdaderamente enamorado de Jesús el Mesías o simplemente jugando a la iglesia? Si estás jugando sé muy cuidadoso porque estás jugando con la eternidad, y la vida no la tienes garantizada. Si estás enamorado de Jesús, enamórate más, metete a fondo en la Palabra. A través de este estudio aprenderemos.
1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
Andrés el evangelista constante, corrió hacia su hermano Simón y le dijo que habían encontrado finalmente al Mesías (la palabra para “el Ungido” en Hebreo). La Unción fue en el Antiguo Testamento una costumbre para mostrar a la congregación que Dios aprobaba a un Rey en Israel.
Andrés entonces trajo su hermano a Jesús. Cuando Jesús llego, cambió el nombre de Simón a Cefas o Pedro que significa roca. Él fue un hombre muy duro. Pero con el tiempo vemos como se suaviza y se convierte en un líder fuerte en la Iglesia. También como veremos en otra parte del evangelio, Juan trajo a su hermano Santiago.
1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. 1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
Jesús dejó Judea para ir a la ciudad de Betsaida en la provincial de Galilea (esta es de donde Pedro y Andrés fueron originarios). Allí llamo Jesús a Felipe Felipe a seguirlo.
Cuando Felipe decidió seguir a Jesús, él vino buscando a su amigo Natanael. Cuando encontró a Natanael, le dijo, ¡hemos encontrado el cumplimiento de los Profetas! Un hombre llamado Jesús de Nazaret! (El Hijo de José es algo que Felipe asume porque él no sabía que Jesús había nacido de una virgen. José fue el padre de Jesús por identificación pero no Su padre por nacimiento.)
1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
Natanael se topó con la ubicación de Jesús. Él sabía que Nazaret era un lugar bajo, de tal modo que él preguntó “¿puede algo bueno venir de allí?” Felipe sólo dirigió tiernamente su amigo a Jesús.
1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Jesús vio a Natanael viniendo y lo llamó a venir, lo llamo un Israelita en quien no hay engaño. Esta puede fácilmente ser una referencia cruzada con la historia de Jacob. Su mismo nombre significa engañador. (Génesis 28:12-22) Entraremos a esto muy pronto
1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Natanael estaba asombrado y le preguntó al Mesías cómo Él lo conoció a él. Jesús le respondió con mostrarle a Natanael que Él conoció que era Natanael ante que Felipe lo llamara. Jesús supo que Natanael estaba bajo la higuera. Natanael replicó diciendo que Jesús verdaderamente era el Hijo de Dios, el Rey de Israel. Estoy suponiendo que Natanael no entendía todavía, que Jesús verdaderamente era Dios, pero él sabía que Él era el escogido de Dios.
1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
Jesús replicó que Natanael podría mirar cosas más grandes. Natanael miraría los cielos abiertos y los ángeles subiendo y bajando. Esto de nuevo es una referencia a Jacob. Jacob tuvo un sueño de ángeles subiendo y bajando por una escalera descendiendo que desde el cielo tocaba la tierra.
El Hijo del hombre fue un término favorito de Jesús para referirse a sí mismo. Muchos toman esto para inferir que Él se declaró a si mismo solo como humano, pero este no es el caso. Mientras Jesús era 100% humano, Él era también 100% Dios como miraremos a través de los Evangelios. La cosa curiosa aquí acerca que de este nombre es que se encuentra en Daniel 7:13-14. En este pasaje al Hijo de hombre le es dado el dominio sobre toda la tierra. Éste es Jesús.
Qué maravilloso es recibir buenas nuevas. ¿Las has compartido? Vemos al menos dos ejemplos de los discípulos esparciendo la emoción de Jesús a otros. ¿Te preocupan los demás lo suficiente como para salvarlos de la ira venidera? ¿Estás verdaderamente enamorado de Jesús el Mesías o simplemente jugando a la iglesia? Si estás jugando sé muy cuidadoso porque estás jugando con la eternidad, y la vida no la tienes garantizada. Si estás enamorado de Jesús, enamórate más, metete a fondo en la Palabra. A través de este estudio aprenderemos.